Pequeña usina económica, saludable alimentación y creadora de hábitos de trabajo (VIDEO)

Estos conceptos le caben a la huerta de la familia Cano – Díaz que desde hace unos años, motivados por una crisis económica que los afectaba probaron suerte (y la encontraron, porque a la suerte se la busca).

Así fue como en principio Marcela con sus hijos inició el proceso que hoy involucra a todos los integrantes de la casa; los domingos es uno de los días en que todos estamos dentro del invernáculo que tiene unos tres meses de construido y les permite cultivar verduras que solo podían en época. Eso aumentó la producción que venden en las ferias mensuales que organizan conjuntamente INTA con el municipio y los Ministerios de Producción y Desarrollo Social con representación local en la plaza principal una vez al mes y sobre todo que se acercan a la casa en Juncal 550 del barrio La Trocha.

Los organismos mencionados asesoran, acompañan y apuntalan la tarea. No los dejan solos.

Esto te genera dinero todos los días y nos permite comprar lo que nos haga falta para completar lo que vamos a comer, destacó Marcela a Distrito Interior.

En la ciudad cabecera el número de familias dedicadas a cultivar la tierra de este modo es muy bajo respecto a la cantidad de habitantes, muchas veces se atribuye a la constancia que se requiere para mantenerlo y hacerlo crecer, también a que son tiempos en que la gente quiere resultados rápidos y la huerta precisamente tiene sus tiempos, sin excepción.

Este es uno de los ejemplos que se podrían mostrar para incentivar el trabajo en casa, la generación de ingresos considerables para aportar a la economía familiar y lo más importante, despertar el hábito de una alimentación saludable y la cultura del trabajo. No es un proyecto ni una idea, son realidades que se pueden apreciar y aprovechar.

Podríamos decir que el que quiere, estaría en condiciones de poder.