Piedritas: Una mamá trata la enfermedad de su hija con cannabis

Poco a poco esto es algo de lo que comienza a hablarse y oírse con mayor frecuencia; sobre todo ahora que entre nosotros existen personas que han comenzado a experimentar y asegura una persona que lo lleva a cabo, con resultados positivos.

Soledad Gonzales es una mamá de 34 años y cuatro hijos, dos varones de 18 y 15 años y dos nenas de 10 y 3.

Es la de 10, Ludmila, la destinataria de este nuevo y seguramente por lo novedoso o desconocido, discutido y analizado tratamiento.

Esta noche, Distrito Interior accedió a un diálogo telefónico con la mujer luego de haber conocido el caso, con la idea de poner esta realidad al alcance de los lectores, sobre todo, teniendo en cuenta que en General Villegas (ciudad cabecera), un grupo de personas ayudan a tratar a un hombre joven con una larga enfermedad, de la misma manera y desde hace un largo tiempo.

Ludmila padece hace 9 años Artritis Rematoidea Crónica, la que le produjo un glaucoma por el que, a pesar de haber sido operada hace un año en la ciudad de La Plata, perdió casi en su totalidad la visión de un ojo.

A partir de ello, Soledad se convirtió en una buscadora permanente de soluciones para el problema que enfrenta junto a su pequeña hija, lo que la llevó a leer sobre el programa «Mamá Cultiva Argentina» e interiorizarse y establecer un contacto con una madre que forma parte.

Desde entonces, hace aproximadamente dos meses, prueba con cannabis medicinal asegurando que la mejoría es notable (nada mejor que una madre para conocer a su hija, salvo excepciones).

Elabora manteca de cannabis en pequeñas cantidades con la que fabrica galletitas que consume Ludmila.

La ingesta impide que las articulaciones se le inflamen y eso la alivia, asegura; al tiempo que contó como hace unos meses atrás la pequeña tuvo una crisis reumática por la que no caminó durante más de diez días.

Hoy el cannabis se lo dona el mismo grupo de personas que cultiva para el villeguense al que referimos anteriormente, pero la idea es comenzar con el cultivo propio, dado que la planta en ese estado contiene los componentes necesarios, no así los productos, como el caso del aceite, entre otros que se ofrecen y antes de iniciarlo está llevando adelante diferentes acciones con el fin de alertar a las autoridades y evitar inconvenientes, porque asegura que por la salud de su hija hará cualquier cosa y esto, a pesar de no estar instalado en la sociedad es algo que funciona en muchos lugares, tal es así que en la provincia de Córdoba se abrió la primera clínica de cannabis, donde la niña tendrá la primer consulta en una semana con el Dr. Carlos Laje, quien tiene una hija con glaucoma por lo que se especializó en el tema.

Al oírla, notamos en esta mamá un entusiasmo propio de quien está o cree estar cerca de encontrar la solución o un paliativo verdadero para el padecimiento de su hija, por lo que nadie dudaría en al menos darle la oportunidad.

El primer paso sería tratar de entender, luego conocer y por último apoyar y a partir de allí, tal vez estaremos contribuyendo a mejorar la calidad de vida de muchas personas de nuestro medio que quizá pensaban que ya estaban «condenadas».

De ese modo, nos estamos dando una oportunidad como sociedad (en el más amplio sentido), aunque la última palabra, naturalmente, no la tendremos el común de los integrantes.