Lo que dejó el primer debate de candidatos a intendente

Cumplidos los tiempos y las reglas establecidas, podría decirse que llegaría el momento de analizar quien resultó ganador en la contienda, pero en realidad, al ser el primero en su tipo, merece su resultado, un análisis más global.

Resultó ordenado y hasta agradable aunque por momentos (los menos) cayó en un lógico amesetamiento casi aburrido, del que se fue saliendo hasta tomar otro estado a medida que los candidatos se afianzaban en la confianza que les daban sus exposiciones.

Desde el comienzo Ernesto Segretín se mostró asentado en sus palabras, haciendo una fuerte crítica a varios aspectos de la Gestión que pretende reemplazar. Campana por su parte, fue metódico hasta en la lectura de sus argumentaciones, las que siguió a rajatabla, por lo menos hasta que mediaba el segundo tópico, donde su actitud mostró algunos distendidos cambios. Pascual, que debió en más de una oportunidad responder, justificar y hasta aclarar, basó su participación en lo realizado y propuesto desde el Gobierno Municipal. Solo en el último tema, Obra Pública e Infraestructura, habló de «mi gestión» al detallar entre otras cosas, las cuadras de asflato realizadas hasta el momento. Dato que resaltamos teniendo en cuenta que es, además de candidato, el intendente que continúa un período iniciado por su antecesor; motivo por el cual ha recibido más de una crítica.

Ese punto, el último de los tópicos, fue donde los exponentes se explayaron con mayor firmeza, aunque cada uno de los anteriores tuvo lo suyo. (Los que se podrán observar en los diferentes videos que en breve publicaremos).

Hubo pocos cruces, aunque no faltaron ya que el permanente bombardeo del candidato del Frente para la Victoria al oficialista del Frente Renovador exigió que algunos pasajes merecieran un «debate». En ese contexto, el representante de Cambiemos, supo capitalizar sugiriendo que sin confrontación siempre es mejor (palabras más, palabras menos). Él mismo, sobre el final, le reprochó a ambos contrincantes que luego de 20 años de pertenencia la misma Gestión, es tiempo de alternancia, mostrándose, de algún modo, ajeno a la disputa que estos llevaban a cabo

Mientras en el recinto del microcine reinaba el silencio, salvo excepciones, en el hall del cine – teatro, donde se había colocado una pantalla y permitido el libre acceso para que las parcialidades observaran, se oyó luego de las primeras intervenciones del candidato «K» una ruidosa arenga, que luego contagió a los seguidores del actual intendente.

Si se tratara de una prueba, diríamos que el examen fue aprobado. Cada parte interviniente, organizadores, candidatos, público, medios, aportó lo suyo y la más importante, la gente (que es el votante) tuvo su oportunidad de ver y mirar, oír y escuchar a cada uno de los tres hombres que pretenden ser los conductores políticos de este rincón de la Patria por los cuatro próximos años.

Difícilmente el debate modifique el rumbo de la elección de acuerdo a lo incierto que hasta este momento aparece el resultado. No por la obvia razón que aún no se llegó a las urnas, sino porque nadie, ni siquiera el más experimentado de los políticos, se atreve a esta altura y en este contexto a aventurar un ganador.

Como siempre sugerimos, usted sacará sus propias conclusiones; especialmente en esta oportunidad donde tiene la última palabra: el voto.