El diario El Tribuno de aquella provincia publicó una nota en su sección Espectáculos de este domingo, donde hace especial hincapié en la presencia del villeguense en aquel lugar, como uno de los actores que participaron en el filme Villegas.

Christian, represento al filme, ya que los actores principales, director y productor, por distintos compromisos laborales no pudieron concurrir; salvo Lamothe, que acaba de ser papá de Luis Ernesto.

CHRISTIAN FRANCUCCI INTEGRA EL ELENCO DE “VILLEGAS”, PELÍCULA DE GONZALO TOBAL

Un actor que vio a su pueblo retratado en la pantalla grande

Con este filme se inauguró la Semana del Cine Argentino en Salta. Se proyectará de nuevo hoy, en el marco del ciclo “Yo amo diciembre”.

La XVI Semana de Cine Argentino en Salta se inauguró el jueves con el preestreno de “Villegas”, largometraje del director Gonzalo Tobal. El filme se volverá a proyectar hoy, a las 17, en el Cine Hoyts. El día de la presentación estuvo en la sala el actor Christian Francucci, integrante del elenco de este filme que compitió en el Festival de Cine de Cannes. El Tribuno dialogó con él acerca de esta ficción que cuenta el viaje que emprenden dos primos, Esteban y Pipa, desde Buenos Aires hasta el poblado de General Villegas, tras la muerte del abuelo. Ambos personajes, aunque tienen una infancia en común, tienen personalidades completamente diferentes y durante el viaje descubren que sus vidas tomaron senderos muy distintos, aunque no irreconciliables.
Francucci es oriundo de General Villegas, el mismo pueblo donde nació el escritor Manuel Puig. En esas calles transcurre gran parte de la cinta. Inició su carrera actoral en los noventa, bajo el padrinazgo de Alejandro Catalán. “En ese ámbito conocí a muchos actores, hoy reconocidos, como Esteban Vigliardi y Esteban Lamothe, con los cuales tengo una amistad increíble. En la película quedé retratado para siempre con ellos. Fue una suma de casualidades fantástica porque terminé en una pelìcula con mis amigos y, de yapa, ésta se filmó en mi querida ciudad. En síntesis, el azar terminó uniendo a un montón de gente talentosa, haciendo una obra de arte a pocos metros de mi casa. Increíble”.
En la película, Francucci encarna el personaje del “Gordo” un viejo amigo roquero de los primos que vuelven al velorio de su abuelo en la ciudad. “Es un típico personaje de pueblo; de esos tipos que viven de buen humor, siempre bordeando el camino de la parranda. Me divertí muchísimo haciéndolo”, comentó el actor.
La convocatoria de Gonzalo Tobal para que participara de su ópera prima le llegó de forma totalmente sorpresiva. Francucci se había mudado de Villegas en ese momento y un día sonó el teléfono: “Escuché por primera vez la voz de Gonzalo. Rápidamente me puse a sus órdenes y, a los pocos días, estaba en mi pueblo observando todo con ese ojo clínico que tienen los directores de cine para captar imágenes”.
A partir de esta experiencia cinematográfica, Francucci redescubrió su antigua ciudad: “Recuerdo que el director se asombraba de cosas que para mí eran intrascendentes. Luego vi esas imágenes en la película y aquello tan insustancial se convirtió en algo mágico, lleno emotividad. Jamás volveré a ver mi ciudad como antes”.
Como el filme “Villegas” parece haber llegado a su vida cargado de sorpresas, lo que siguió fue un camino de nuevos asombros. “De repente la película se presentó en el Festival de Cannes. Demoré en darme cuenta de la magnitud del acontecimiento. Era insólito: mi pueblo, mis amigos y yo en Cannes, de locos…”, concluyó, risueño, el actor bonaerense.
La XVI Semana del Cine Argentino continuará hasta el miércoles 12, con entradas de $15 (3 x $36; 5 x $50). Se realiza en el marco del ciclo “Yo amo diciembre”, lanzado por el Ministerio de Turismo y Cultura. Bajo su órbita también se encuentran acontecimientos de gran convocatoria que ya son parte de la agenda del salteño, como “La cultura no duerme” y “Cultura da la nota”. El programa completo de la Semana de Cine Argentino se puede consultar en www.culturasalta.gov.ar.

 

Sinopsis del filme

General Villegas, en la esquina noroeste de la provincia de Buenos Aires, es un tranquilo pueblo de productores agropecuarios. Hacia allí van en auto, al entierro de su abuelo, dos primos treintañeros que llevan unos cuantos años instalados en Capital. Las cosas no están del todo bien entre el bohemio Pipa y el aporteñado Esteban (Lamothe, desandando el camino del interior a la gran ciudad de El estudiante), con trabajo estable y a punto de casarse. A ninguno de los dos le gusta en qué se ha convertido el otro: el viaje y los reencuentros con la familia, los amigos del pasado, los recuerdos serán los que vuelvan a acercar a los primos o terminen de separar sus caminos (o ambas cosas a la vez). Lejos de la acidez con que el gran Manuel Puig convirtió a su Villegas natal en el paradigma del “pueblo chico, infierno grande”, el primer largo de Gonzalo Tobal pinta sin estridencias un retrato generacional posible, echando una luz delicada sobre los conflictos, miedos y emociones de la frontera entre juventud y adultez.