El hospital de General Villegas abre sus puertas a estudiantes de medicina en su etapa final de formación

Angelina Vega y Gabriel Ezequiel Di Campli, de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) y Eusebio Jiménez Ruiz, de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), están realizando su Práctica Final Obligatoria (PFO), una etapa clave y profundamente transformadora en su recorrido como futuros médicos.
Este espacio curricular permite a los estudiantes consolidar conocimientos teóricos y técnicos, profundizar en un enfoque integral y humanizado de la atención médica contextualizada a las particularidades sociales y sanitarias de la población de General Villegas.
Durante su rotación en el hospital han recorrido diferentes servicios entre ellos guardia general, clínica médica, pediatría, UTI, cirugía, traumatología, ginecobstetricia y consultorios externos realizando tareas propias de cada especialidad, acompañados por médicos que los guiaron y compartieron su experiencia.
Tanto Angelina como Gabriel coincidieron en que esta experiencia fue mucho más que un aprendizaje técnico. Para ellos, significó un acercamiento real a las historias, las emociones y las luchas cotidianas de los pacientes. “Pudimos ver la medicina desde adentro, desde lo humano”, comentan. Esa conexión con la comunidad villeguense les permitió ampliar la mirada y entender mejor qué implica, en la práctica, una atención integral.
Por su parte, Eusebio destacó que esta etapa le permitió integrar conocimientos técnicos con una comprensión más profunda del rol social del médico. «La posibilidad de formar parte de una red de salud basada en la atención primaria fue muy valiosa. Me ayudó a pensar la salud desde un enfoque interdisciplinario y centrado en las personas, no solo en las enfermedades», explicó.
Desde la dirección del hospital, el Dr. Luis Irigaray remarcó la importancia de este tipo de vínculos entre el sistema sanitario y las universidades públicas. «Para nosotros, abrir las puertas a los futuros profesionales de la salud es un acto de compromiso. Significa apostar por una salud pública fuerte, humana, y por profesionales preparados para los desafíos que tenemos por delante», señaló.
Los estudiantes, por su parte, se mostraron profundamente agradecidos. Nombraron especialmente a los doctores Osvaldo Romero, Christian De Giorgi, Hernán Vázquez, Pablo Peralta, Eduardo Bechara, Eduardo Dodorico, Raúl Sala, Luciano Robassio, Pablo Fogazzi y Andrés Schiappa Pietra por su generosidad al compartir conocimientos y tiempo. También valoraron el acompañamiento del personal de enfermería, que, con su experiencia, les enseñaron desde los gestos más técnicos hasta los más humanos. Y finalmente, agradecieron al Dr. Irigaray por generar un espacio abierto, donde se respira vocación y compromiso.
Este tipo de articulación entre la salud pública y las universidades nacionales no solo enriquece la formación de los estudiantes. También fortalece al hospital como un espacio vivo de conocimiento, encuentro y crecimiento colectivo.