Luis Siri: «Con mis manos pude construir el lugar donde estuvo mi hermano y eso es algo que me llenó de mucha emoción»

Dos años tardó Luis Siri, hermano del cabo post mortem Fabián Siri, uno de los héroes de Malvinas, desaparecido en el hundimiento del ARA General Belgrano en construir una maqueta del buque que desde este miércoles la comunidad podrá visitar en el Museo de Bellas Artes «Carlos Alonso» de General Villegas.

Hay dos aspectos en este sentido y dedicado trabajo, por un lado la faceta de «artesano de los astilleros» y su vínculo con las maquetas.

La primera experiencia en el armado a escala la tuvo, al igual que en el caso del crucero, por la editorial Planeta, que en años anteriores sacó a la venta un Citroen 3CV que hasta tiene encendido y conserva en su casa con particular celo, luego llegaría el actual desafío que este 2023 vio la luz luego de una ardua tarea que decidió iniciar luego que Alejandra, su hermana, le propusiera el desafío.

Luis contó a Distrito Interior que Alejandra llevaba comprados 90 de los 140 fascículos que conforman la colección completa de piezas, con esa cantidad disponible inició con el titánico trabajo por el que estuvo días enteros dedicado a su armado; en muchas ocasiones, tal como se aprecia en la imagen de portada, con Paula, la mamá de ellos a su lado acompañando y «custodiándolo», con la mirada atenta puesta en el elemento que representa el último lugar en el que estuvo Fabián con vida, de allí que Luis, con especial sentimiento «con mis manos pude construir el lugar donde estuvo mi hermano y eso es algo que me llenó de mucha emoción».

Cada fascículo, que en principio había disponibles dos por mes y luego se redujo a la mitad la frecuencia, fue comprado en un kiosco de Buenos Aires donde reside Andrea y hacia donde partirá la escala una vez que concluya su exposición, a la Universidad de Lanús exactamente, donde trabaja por la causa Malvinas.

Las piezas venían en bolsitas, todas troqueladas, separadas entre sí; se las sacaba y armaban una por una con cola vinílica a la que se le debía respetar el tiempo de secado y en algunos casos clavarlas, incluso muchas de ellas estaban formadas por otras más pequeñas, casi milimétricas, explicó Luis para dar una idea del trabajo realizado.

La gran aliada para lograr la precisión requerida fue una lupa de escritorio con luz (de las utilizadas por técnicos en electrónica).

El modelo terminado, que fue colocado sobre una base de madera y cubierto por un vidrio, es una réplica fiel, en escala de 1/150.

Acerca de su exhibición que inicia este miércoles 17 de mayo por la mañana, Luis expresó que «va a ser una gran satisfacción que la gente de General Villegas pueda disfrutarlo y ver el enorme trabajo que se hizo».

.