«Es una estafa y un ardid, está armado», aseguró el abogado de la familia propietaria del campo en el que hubo una inspección laboral

Edgardo Beltramone representa a la familia propietaria del establecimiento rural que se encuentra a unos 5 kilómetros del casco urbano de Santa Eleodora. El miércoles personal del Ministerio de Trabajo, RENATRE y UATRE llevaron a cabo una inspección en la que presumiblemente se encontró a un empleado trabajando de manera informal y viviendo en condiciones que se encuadrarían en el delito de trata.

Ello motivó, entre otras acciones, una denuncia penal, se informó desde los organismos intervinientes.

Como ha sucedido en otras oportunidades y ante resultados similares, el hecho tomó estado público y con la misma velocidad de las reacciones por parte de la opinión pública ocurrió la de los propietarios que a través de Beltramone dieron su versión, asegurando además que cuentan con toda los elementos necesarios para demostrar ante la justicia que se trata de una estafa y un ardid, que está armado y por lo tanto no se puede hablar de presunción de un delito.

En la nota concedida en la mañana de FM Peregrina (92.9) el letrado que es abogado laborista y dijo que siempre vela por los derechos de los trabajadores, por eso celebra que la UATRE y otros organismos como el Ministerio de Trabajo y RENATRE controlen para que se regule el trabajo de la gente de campo.

Pero la situación de esta persona de Santa Eleodora no tiene nada que ver con un trabajador, aseguró.

Este es un caso armado, insistió, donde una persona finge ser un trabajador y creo que está utilizando a las autoridades, al sindicato, en pos de un interés totalmente ilegítimo.

«Esta persona, en referencia al «presunto» trabajador, en realidad se trata del hijo de la antigua dueña del campo que cuando mi cliente adquiere el establecimiento le solicita quedarse viviendo en el lugar por un tiempo argumentando que no tenía donde ir.

Mi cliente no precisa ningún empleado ahí, siembra todo el campo, no hay nada que cuidar.

Lo que digo está avalado porque esta persona en el año 2017 suscribe un contrato de comodato diciendo que se va en 2019; luego de transcurrido ese tiempo no se va del campo. Estaba viviendo en Ameghino y venía (al campo) circustancialmente un día o dos y tenía sus pertenencias. Se le envían dos Cartas Documentos que recepciona en Ameghino y ante la inminencia de un desalojo firma un convenio de desocupación donde se compromete a fines del 2019 a desocupar el predio».

Beltramone asegura también que el presunto peón, atendía junto a otra persona, su pareja aparentemente, un kiosco, lo que se suma como prueba de que no vivía en el campo.

«Con la llegada de la pandemia solicitó que se le diera un tiempo más, se le concedió, cuando vio que se le iniciarían acciones legales nuevamente hace toda esta pantomima donde simula ser un trabajador rural en condiciones de trata. Beltramone aseguró que cuentan con todas las pruebas que acreditan la verdadera situación.

Esta es una clara estafa a efectos de burlar la Ley para impedir que una cuestión civil con un desenlace inevitable para este hombre se lleve a cabo o trata de obtener dinero, quedarse en el campo, no sabemos que es lo que quiere pero sí podemos asegurar que lo trascendido no tiene nada que ver con la realidad».

Seguirán con las acciones civiles para lograr el desalojo de la persona, agregó.

Respecto al procedimiento llevado a cabo, el abogado lo cuestionó al decir que los entes intervinientes dejan filtrar la información sin un chequeo previo u otorgar el derecho de defensa a quienes son acusados de un delito de este tipo afectando e hiriendo a personas honrosas como en este caso sucede con la familia propietaria.

Adelantó que sus clientes están decididos a ir penalmente en contra de los responsables de este acontecimiento al que definió como difamación pública.

Tener que afrontar una denuncia por trata de persona es humillante, denigrante y no tiene ni ton ni son, por lo tanto también accionaremos por el delito de falsa denuncia, concluyó.