La coupe Fuego, réplica de la de J.M. Traverso, visitó General Villegas

Esta tarde, al caer el día, Ruben Gallia, un pampeano fanático del automovilismo, visitó a su amigo Román Alustiza con quien compartió un trago y las decenas de imágenes de viejos números de El Gráfico en las paredes del bar de «El Polaco».

El hombre de General Pico venía proveniente de un encuentro en Junín al que había sido invitado como sucede desde el año 2013 en que decidió convertir su máquina en la réplica con la que su ídolo compitió en el TC 2000 en 1985 / 86 y 87.

Contó a Distrito Interior que el vehículo, modelo 1984 llegó a sus manos dos años después, lo utilizó como auto familiar hasta que lo acondicionó para correr picadas en las que participó hasta obtener un campeonato, era su meta, como una manera de rendirle un homenaje a su padre quien al igual que él, gustaba del automovilismo.

Luego de conseguirlo en el año 96 la guardó en un taller hasta 2013 en que decidió convertirla en lo que hoy es.

La anécdota más fuertes que cuenta y la que aún lo emociona, fue el día en que Traverso se subió y manejo la coupé.

Fue el 7 de septiembre de ese mismo año, oportunidad en que «el flaco» visitó Gral. Pico para dar una charla sobre seguridad. Lo esperó en el hotel que se hospedaba y allí se la presentó. Luego de ello fueron juntos hasta el predio de la Sociedad Rural del lugar donde disertaría. La llegada que sorprendió a los concurrentes, emocionó hasta ponerlo al borde de un ataque cardíaco (sin exagerar) a Ruben, tanto que su esposa, Mirta Martínez, quien lo acompaña permanentemente, se llevó un gran susto.

Diez años antes en Bahía Blanca le había contado a Traverso sus intenciones de hacer una réplica de su coupe por lo que el múltiple campeón la alentó y dio así la estocada final.

En el presente recorre cientos de kilómetros para compartir, mostrar y sobre todo disfrutar su «chiche» que no pasa desapercibida.

La pregunta obligada tuvo la respuesta esperada, «no tiene precio porque no se vende».