Toda la oposición le dijo NO al Ejercicio 2016 y se impuso por mayoría

De este modo, los tres bloques que conforman la oposición se hicieron valer y notar al desaprobar la rendición de cuentas del Ejercicio pasado, argumentando entre otras cosas la mala distribución de los recursos y objetando casi de manera unánime, el superávit que se cuenta en decenas de millones con el que cerró la Gestión Campana; considerando (palabras más, palabras menos) que lo que sobra en las arcas municipales, falta en el pueblo.

Los primeros en manifestarse en contra fue la primera minoría representada por el Frente Renovador que dijo no compartir la política de distribución de los recursos, además de haber detectado irregularidades en la administración.

Por su parte el Movimiento San Martín que no observó irregularidades graves, vio una ruptura en el principio presupuestario que afectó al Municipio en la posibilidad de planificar proyectar obras publicas significativas  con recursos propios, lo que obliga a replantear la relación Municipio – Provincia ante la necesidad de mejorar las partidas de dinero que permitirán sustentabilidad. Entre las observaciones se destaca la falta de una buena, eficiente y temprana intervención en la protección de los cascos urbanos ante la crisis hídrica, como así tampoco en los accesos de tierra.

Del mismo modo no se estuvo a la altura de las circunstancias en Santa Regina, Santa Eleodora, Piedritas y Elordi.

Algunas áreas también tuvieron serios inconvenientes en su funcionamiento que repercutió en la población, dijeron.

El Frente para la Victoria, luego de desarrollar una descripción numérica del Ejercicio, llegó a la conclusión que el balance 2016 cerró positivamente desde el punto de vista técnico – financiero, pero observó irregularidades en los mecanismos de licitación de la Obra Pública por lo que considera necesaria la intervención del Tribunal de Cuentas para que determine la ilegalidad o no de lo actuado.

El bloque de la UCR expuso que no hay inconsistencia entre lo presupuestado y lo ejecutado por lo tanto el resultado financiero fue positivo.

Como observación a tener en cuenta fue la disponibilidad de recursos económicos que no siendo fondos afectados podrían haber sido utilizados durante la crisis hídrica que inició en 2016 y aún continúa, pero aún así, como indicáramos al inicio, votaron por la aprobación.

La última exposición le correspondió al bloque oficialista UCR – Cambiemos, que destacó el acuerdo logrado mediante la firma del Convenio Colectivo de Trabajo mediante el cual se logró mejorar las condiciones laborales de los empleados, afectando de ese modo un alto porcentaje del Presupuesto, lo que le permitió a los trabajadores, entre otras cosas, salir de la precariedad en la que estuvieron los años anteriores.

Lo expuesto, dejo en claro dos cuestiones; una bien marcada que es la posición de las partes en cuanto al manejo económico en la era Campana, como así también la visión que pesa sobre algunos métodos en las licitaciones que ponen un manto de sospecha en la tan aclamada transparencia por Cambiemos durante la campaña, cuya transparencia o no, está ahora en manos del Tribunal de Cuentas a quien se eleva lo actuado y el resultado del análisis por parte del Concejo Deliberante.

La otra, menos contundente ya que está casi sujeta a la interpretación de quien la analice, es el modo en que se moverán las piezas legislativas en un año electoral donde precisamente lo que está en juego es el poder o no que las partes tendrán de cara al 2019 (el gran objetivo).