Luego de dar el sí en el Registro Civil, «corrieron» al sorteo del terreno para construir la casa
Karen Torres y Jonathan Lazaleta se convirtieron en marido y mujer este viernes por la mañana luego de dar el sí en el registro Civil y tras 3 años de noviazgo.

Tras la salida, como indica la tradición, los novios recibieron el arroz, pero no se quedaron a celebrar con sus afectos en el lugar.
Los esperaba un sueño impostergable.
El sorteo de los terrenos de la extensión del barrio Atardecer (ex quinta de Handorf) los aguardaba. La fecha había sido modificada y el día y horario coincidía, inevitablemente, con su casamiento.
Por lo tanto, con sus galas y la felicidad de estar estrenando el nuevo estado, los ahora esposos, corrieron hasta el Salón Dorado en el Palacio Municipal.
No pasaron desapercibidos y su alegría contagió a los presentes.
El casado casa quiere, reza el dicho popular; en este caso, los casados terreno tienen.





















