Son de General Pinto, arman su propio avión en el patio de la casa y no descartan tomarlo como un trabajo a futuro

Guillermo Puerari, con el acompañamiento de su esposa, Carolina Roncatti y la hija de ambos, Valentina, lleva adelante una tarea que es parte de su pasión por volar.
Desde hace aproximadamente tres años restauran a nuevo un avión Aero Boero RVR 180, modelo 1968, que fue fabricado en Morteros, provincia de Córdoba; esta unidad fue adquirida en General Villegas y tiene la matrícula de la misma.
Las alas ya fueron recuperadas y actualmente se encuentran trabajando en el fuselaje y los instrumentos, el motor, también será hecho a nuevo; en ese caso dado las exigencias aeronáuticas, interviene un taller de Lincoln, aunque Guillermo es un reconocido mecánico.
La familia acondicionó el patio para que sea su espacio de trabajo y allí, como se aprecia en las imágenes trabajan todo el tiempo que sus obligaciones se lo permitan, y lo hacen con delicada dedicación.
El dato relevante es que no es el primer avión que restauran, esta es la cuarta aeronave, y las anteriores se encuentran volando; además, cuentan con otro avión, un fumigador al que, en menor medida, también trabajan sobre él con el mismo objetivo.
Dado los resultados obtenidos, y a partir de ello la demanda que tienen, piensan seriamente en tomar esta actividad como una salida laboral más; para ello deberían contar, principalmente, con instalaciones acordes que le otorguen mayor comodidad, es algo que les gusta, los hacen bien, y a la vista está que tiene futuro.