Mónica Guzmán pedaleó desde General Villegas a Mendoza para agradecer por la vida
Mónica Guzmán tiene 60 años, 6 hijos, 21 nietos, y 2 bisnietos; uno de los nietos mayores falleció, «el que va con ella».
Recorrió este mismo camino a bordo de una moto hace unos años, lo de la bicicleta era una idea que estaba pendiente, y luego de superar un cáncer de mama, enfermedad que le fue diagnosticada hace unos seis años y jubilarse hace dos meses, la materializó este mes, le contó, siempre optimista a Distrito Interior.
El 16 de diciembre partió desde General Villegas, al hacerlo una amiga la acercó unos cuántos kilómetros, llegando a Bowen, luego a Rincón del Indio y Real del Padre donde se encuentra. Su meta es continuar hasta Salto de las Rosas y alcanzar el Valle Grande.
El regreso lo hará, como el mismo viaje, sin apuro, sin tiempo, incluso contempla la posibilidad de desviarse hacia Córdoba donde vive uno de sus hermanos.
Los días en la tierra de Cuyo transcurren con total calma, transita con los cuidados del caso, los mismos que aplica a su seguridad; se hospeda en casa de amigas o conocidos y hospedajes temporarios; durante el día se moviliza en su bicicleta hacia los lugares turísticos o que le resultan atractivos y por las noches descansa, se nutre e hidrata correctamente para poder disfrutar del nuevo día sin dificultades.
«Pedaleo como un agradecimiento a la vida, antes de quedarme sin pilas», expresó acerca del motivo que la impulsó a llevar adelante esta travesía que realiza sola, con los cuidados del caso, y acompañada por Dios, tal lo expresado con énfasis.