Un allanamiento en Ameghino terminó de una manera inesperada y abrió el debate sobre el papel de la Policía en situaciones como la vivida (VIDEO)

El martes por la tarde una docena de efectivos arribaron a una vivienda en el barrio San Miguel de la ciudad de Florentino Ameghino por una causa de robo (escruche) contra una vivienda.

En el lugar reside Franco Lavallén, una persona de 27 años con antecedentes policiales, entre ellos el robo e incendio de la casa del entonces intendente de Ameghino Francisco Iribarren, sospechoso del hecho, quien luego que el procedimiento arrojara resultado negativo comenzó a burlarse e increpar a los uniformados al tiempo que lo emitía en tiempo real desde su teléfono celular en una red social.

“Me quisieron agarrar, pero Franquito no roba más. ¿Qué van a hacer ahora? ¿Me van a poner droga?”, dijo el hombre, quien fue allanado por orden de la fiscal y el juez de garantías.

Luego, remarcó que el allanamiento había dado negativo, que no robaba más y que ahora se dedica a criar a su familia y a trabajar. “Estos pelot… se quieren rematar porque el Franquito hace las cosas bien”, agregó.

De inmediato, se enfrentó con un policía y le formuló una serie de preguntas retóricas: “¿Encontraron algo en la casa del Franquito Lavallén? Del delincuente, del peligroso, del asesino. ¿No se encontró nada? Qué lástima, che…”.

“¿Les parece lindo que vengan a molestar a mi familia? Estábamos tomando mate y vinieron por un montón de cosas. Está mi hijo mirando todo. Quedan remal, son retontos. Vinieron a buscar cosas robadas a mi casa. ¿En las cámaras vieron algo? ¿Con qué fin vinieron a mi casa a molestarme?”, agregó.

Al día siguiente, el propio Lavallén se presentó por la tarde en la F¿Ayudantía de Fiscal de Ameghino exigiendo ser atendido de inmediato, a pesar que en ese momento, había personas siendo atendidas, utilizando el mismo método y tono que al momento de ser allanado su domicilio. Si bien en ningún momento atacó físicamente a los allí presentes, una vez que pudo ser retirado del interior del lugar, afuera la Policía que intentó lograr que depusiera la actitud terminó por reducirlo y aprehenderlo bajo los cargos de “atentado, resistencia a la autoridad, lesiones y amenazas”.

Fue trasladado y se encuentra detenido en la comisaría de Lincoln a la espera de los avances de la causa por la que se solicitó la conversión de aprehensión en detención.

Lo registrado por el propio Lavallen llegó a las más altas esferas de la Policía Bonaerense que intervino esta tarde noche al tiempo que ocurría lo propio en los medios nacionales que no tardaron en hacerse eco de lo ocurrido.

Llamó poderosamente la atención que el sujeto insultó a todos los efectivos, incluso acercándose a varios de ellos peligrosamente, con un «cigarrillo armado» del que dijo ser un porro mencionando a quien le habría provisto la droga, sin que hubiera reacción alguna, más allá de algún gesto brusco por alejarlo.

La explicación extraoficial habría sido que dada la cantidad de gente en las inmediaciones y el estado de exaltación del sujeto y el clima social del momento, para evitar que la situación pasara a mayores, se tomó la determinación de no intervenir.

Actitud que como mínimo invita a reflexionar sobre el respaldo que los efectivos policiales tienen en casos como el que los involucró.

¿Qué pasó o pasa en la Fuerza bonaerense como para que hayan sido expuestos de esa manera, no siendo aprehendido hasta que 24 horas después repitiera la performance ante las autoridades judiciales?.

Falta la respuesta que en principio cada ciudadano que se formule la pregunta podrá formularla.

En General Villegas un caso similar en 2021

El 19 de septiembre del 2021 efectivos de la Policía Comunal de General Villegas dejaron ir a una pareja que los increpó arrebató la moto que le habían secuestrado momentos antes y se encontraba en la caja del móvil, una pick up.

La actitud policial del momento fue para evitar un «desmadre» dado que lo que ocurría se daba frente a la cancha del club Atlético donde se disputaba un encuentro y la multitud, desde donde se filmó el video que volvió a circular por redes, como se puede oír, estaba enardecida.

Posteriormente el hombre, de 23 y la mujer de 25 años, fueron interceptados y aprehendidos bajo los cargos de Lesiones leves, resistencia a la autoridad, Infracción al Artículo 289 del CPP y desobediencia.